ANGELES Y ABUNDANCIA



¿Con cuáles ángeles puedes trabajar?

No olvides que Dios es quien nos concede lo que pedimos. Los ángeles son simplemente sus servidores y cumplen con sus órdenes, Él es quien tiene la última palabra.

Dios quiere que vivamos en abundancia. ¡El universo es infinito y por lo tanto hay suficiente para todos! Empieza por cambiar tus patrones mentales con respecto a “el dinero es muy difícil de conseguir”, “no me alcanza”, “es solo para unos pocos”, etc. Con estas actitudes y pensamientos lo único que lograrás es alejar la abundancia de tu vida. No olvides que uno es un imán y atrae lo que irradia. De tal forma, si tú emites pesimismo y dificultad, eso es lo que precisamente vas a arrastrar para tu vida.

Si deseas trabajar con los ángeles, concéntrate, relájate y ponte en actitud de oración, en la presencia de Dios y dale gracias por permitirte trabajar con sus seres de luz. Luego recita la siguiente oración: “Elimino todos los miedos y bloqueos para comunicarme con mis ángeles desde todos los niveles de mi conciencia. Estoy abierto, dispuesto y listo para recibir esta energía amorosa. Dios es luz y protección rodeándome y estoy seguro. Les agradezco a mis ángeles por estar conmigo hoy, por ayudarme a recibir mi deseo y por guiar mi camino, ahora y durante mi vida. Llamo a todos los ángeles que están conmigo para ayudarme a recibir lo que pido o algo mejor, de una manera gentil y amorosa, para mi más grandioso bien. Amén”.


Los ángeles recomiendan estar concentrados y en actitud de oración, meditación o interiorización. Si tienes una duda grande sobre cuál camino debes tomar en tu vida material, pídele a Dios desde tu corazón y con mucha fe que te muestre el camino, que envíe a sus ángeles para llevarte de la mano hacia lo que es mejor para ti y las personas que están involucradas en la situación. La respuesta llegará en ese momento o más adelante de manera sutil o muy clara. Confía en lo que recibas, no pienses demasiado porque puedes ‘contaminar’ el mensaje y confundirte.

Enfócate en lo que quieres y no en lo que no quieres. Uno no atrae dinero sintiendo odios o miedo a vivir en escasez. No olvides que uno atrae lo que piensa.

Piensa positivamente –en caso contrario, podrías atraer lo que no quieres–. Si lo haces, simplemente coloca una idea positiva en tu mente y no te des golpes de pecho.

Imagina lo que quieres y piensa por qué no puedes tenerlo, luego proyéctalo en un tablero para poder borrarlo o en un globo que se aleja de tu realidad. Posteriormente piensa cómo puedes lograr esos sueños, imagina una voz dulce que te da instrucciones, que está escrito en el tablero, pon luz blanca alrededor del tablero. Haz la imagen tan real como puedas: siéntela, huélela, tócala…

Repite el pensamiento tanto como puedas… repite lo que dices en tiempo presente. (Ejemplo: “Tengo el trabajo perfecto y gano el salario perfecto”.)

No te dejes sugestionar por lo que pase a tu alrededor. Tú puedes aún crear tu abundancia sin importar cómo está la economía del país o la del mundo. Si esto realmente no permitiera que hubiera prosperidad, ¡no habría muchas personas/empresas haciendo dinero actualmente!

Perdona a quienes de alguna manera te han perjudicado en el aspecto económico y perdónate a ti misma por los errores financieros cometidos en el pasado. Esto elimina bloqueos.

No te preocupes en cómo se darán las cosas. Dios se encarga del cómo. Concéntrate en el ‘qué’, pide, ora con fe y visualízalo como si ya lo tuvieras.

No es conveniente solo dar sin recibir. Hay quienes se sienten ‘culpables’ si reciben. Existe la ley del dar y recibir, la ley de la compensación, así que si solamente damos y no recibimos estamos de una u otra manera incumpliendo con esa ley, generando así un desbalance energético en nosotros.

Ve el dinero y lo material no como algo que creas es para llenar un vacío sino como herramientas que te ayudarán a expresarte y mostrar tu potencial.

Algo que puedes hacer todos los días: al acostarte, repite mentalmente las palabras ‘abundancia’ o ‘prosperidad’ hasta que te quedes dormida. Esto, así no lo parezca, tiene un inmenso poder sobre tu subconsciente, el cual se encarga de manifestar en tu vida lo que piensas. No pierdes nada con practicarlo y por el contrario ¡sí puedes ganar mucho!

Utiliza afirmaciones positivas para continuar influenciando tu subconsciente, como: “Todo mi dinero está trabajando para aumentar mi abundancia”, “Todo mi dinero es energía que espera mis órdenes para crear bienestar en mi vida” o “Soy financieramente independiente y libre”.


Claridad: punto fundamental para lograr la abundancia

En muchas ocasiones quizás nos ha sucedido que decimos “quiero encontrar trabajo”, pero al preguntar en qué o específicamente con qué características, no sabemos contestar, o decimos “deseo aumentar mis ingresos”, pero no tenemos una idea clara de cómo lograrlo.

La claridad es uno de los primeros requisitos para poder manifestar nuestros deseos. Cuando no sabemos qué es lo que realmente queremos en nuestro corazón, no podremos enviar un mensaje claro a Dios o al universo con nuestra petición, generando así un retraso en la manifestación o que nos llegue algo que no era realmente lo que estábamos esperando.

Tómate el tiempo para alcanzar la claridad en tus deseos y objetivos para lograr la prosperidad. Si deseas, puedes realizar la siguiente práctica: siéntate en un lugar tranquilo, en el que no tengas interrupciones y puedas concentrarte por un rato. Respira profundo y lentamente varias veces, relajándote. Consigue un papel y un esfero y muy concentrada pregúntale a tu alma, a tu interior, qué deseas alcanzar en el campo de la abundancia y la prosperidad material. Escribe lo que sientas en tu corazón e imagina la manera en que deseas verte para que llegues a sentirte próspera. No tengas miedo a pensar en grande, el universo no tiene límites. Cuando tengas esa imagen visualizada, anótala.

Haz este ejercicio cuantas veces sea necesario hasta sentir que el anhelo que escribiste se refleja de manera completa y clara en tu vida.


Quizás te estés preguntando cómo saber que estás recibiendo un mensaje. Pues bien, la oración es la manera en que nos comunicamos con Dios y Él por su parte se comunica con nosotros de muchas formas. Algunas de ellas son: a través de una palabra que llegue a nuestra mente, de sueños, una canción, un libro y a través de la Biblia. De tal forma, practica la oración y verás, cuando menos lo esperes, una respuesta que te guiará hacia lo que más te conviene.

Actitudes que alejan la abundancia y la prosperidad

Es importante mencionar algunas de las actitudes que consciente o inconscientemente a veces asumimos y que sin darnos cuenta alejan la prosperidad de nuestras vidas:

Competir con los demás. Sentir que se tiene que superar lo que el otro haga (sea a nivel personal o profesional) para sentir que estás ganando.
Pensar solamente en lo que los otros van a darte, lo que vas a ganar o recibir.
Especular las razones por las cuales no se te dan las cosas o por qué no eres lo suficientemente buena o con suerte para tener éxito.
Sentirte amenazada o con miedo cuando otros (especialmente en el ámbito laboral) tienen éxito.
Trabajar solamente por el dinero.


Creer que el dinero es malo o asumir una actitud negativa hacia él.

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