Me envía Nuestro Padre para tranquilizar tu vida y tu día,
porque te Ama profundamente y te manda
fulgor de paz y muchos regalos más. Ven… ven a mis brazos celestiales…
Cierra tus ojos mientras mi aura te acaricia, te conforta,
te llena de luz… Visualiza mi sagrada emanación que, como lluvia de bellísimos
colores, se derrama sobre ti. Siente mi rocío de calma, de amor celestial. Es
para serenar tu alma y llenar de esperanza tu corazón. Aspira profundamente y
absorbe el presente de hoy.
Se cumplirá tu anhelo, lograrás lo que deseas. Sólo has de
mostrar serenidad, tranquilidad. No obstruyas con desesperación las vibraciones
de amor que fluyen hacia ti. Y ahora, con mi abrazo profundo, nútrete más de mi
cualidad y sé una extensión de los ángeles propagando nuestra luz y recibe el
día, seguro del triunfo… porque recuerda, yo hoy intercedo por ti
Estoy en tí, tu estas en mí,
Amen
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