El rey davídico, figura del Mesías
La rebelión de los reyes vasallos
2:1 ¿Por qué se amotinan las
naciones y los pueblos hacen vanos
proyectos?
2:2 Los reyes de la tierra se
sublevan, y los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Ungido: Hechos
4, 25-26
2:3 "Rompamos sus ataduras, librémonos
de su yugo".
El Señor, defensor de su Ungido
2:4 El que reina en el cielo se
sonríe; el Señor se burla de ellos.
2:5 Luego los increpa airadamente
y los aterra con su furor:
2:6 "Yo mismo establecí a mi
Rey en Sión, mi santa Montaña".
Los privilegios del Rey
2:7 Voy a proclamar el decreto
del Señor: Él me ha dicho: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.
Hechos 13, 33 Hebreos 1, 5 Hebreos 5, 5
2:8 Pídeme, y te daré las
naciones como herencia, y como propiedad, los confines de la tierra.
2:9 Los quebrarás con un cetro de
hierro, Apocalipsis 2, 26-27 Apocalipsis 12, 5 Apocalipsis 19, 15 los
destrozarás como a un vaso de arcilla".
Advertencia contra los rebeldes
2:10 Por eso, reyes, sean
prudentes; aprendan, gobernantes de la tierra.
2:11 Sirvan al Señor con temor;
2:12 temblando, ríndanle
homenaje, no sea que se irrite y vayan a la ruina, porque su enojo se enciende
en un instante.
¡Felices los que se refugian en
él!
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