Invoque al ángel de la revelación para encontrar solución a toda clase de problemas. Este príncipe de lo Alto no dudara en atender su pedido.
Gabriel fue el ángel que le anuncio a María que el Señor la
había elegido como madre de Su Hijo.
El Islamismo también conoce a esta figura alada porque se le
apareció a Mahoma para revelarle el Corán. Esos dos hechos fundamentales le
valieron el nombre de Ángel de la Revelación.
Por sobre todas las cosas, es un ser de luz, que alumbra las
zonas oscuras para que todos podamos encontrar la salida a los conflictos que
nos aquejan. Cada día, Gabriel penetra 360 veces en el Océano de la Luz y, así
transfigurado, despliega su benéfica presencia para iluminar la vida de los
hombres y mujeres que lo necesitan.
CUANDO Y DONDE CONTACTARLO
El mejor momento para solicitar la presencia de este ángel
es el día lunes, entre las 7 y las 10 de la mañana. Se manifiesta
preferentemente cerca del mar. Por lo tanto, para hacer el ritual, usted deberá
conseguir arena y un caracol grande. El otro requisito es que debe ser una
mañana muy soleada. No olvide que es el Mensajero de la Luz. Antes de llamarlo
concéntrese en su problema.
EL ANGEL DE LAS SOLUCIONES
Al margen del tipo de problemática que usted quiera
solucionar, el ritual de invocación es el mismo. Tanto si se trata de un
problema amoroso como de un conflicto económico, el llamado a Gabriel se
realiza de la misma manera. Necesitará algunos elementos.
Elementos necesarios:
1 vela
plateada o gris
1
vela blanca
1
caracol grande
1
recipiente con arena
EL LLAMADO
El día lunes en que haya decidido realizar la invocación,
usted deberá ubicarse en un ambiente de su casa que se relacione con el
problema que tiene. Por ejemplo, si usted tiene conflictos sentimentales,
ubíquese en su dormitorio. Si las dificultades son económicas, realice el
ritual en la cocina. En el caso que desee pedir salud, elija también un
dormitorio o el ambiente principal.
Disponga los elementos en el centro de la habitación que ha
elegido. Abra las ventanas para que entre el sol (recuerde que la ceremonia
debe realizarse a la mañana temprano, en un día soleado).
Con una pala pequeña o cuchara retire la arena del
recipiente y vaya formando una circunferencia grande (aproximadamente de un
metro de diámetro) en la habitación.
Dentro de la circunferencia coloque las dos velas alineadas
y en el medio de ellas, ubique el caracol.
Encienda primero la vela gris, concéntrese en el problema
que tiene y diga lo siguiente:
Ángel de la Luz, te invoco para que retires todo lo malo de
mi vida.
Deje que esa vela se consuma. A continuación, encienda la
blanca, formule un deseo y diga:
Que tu luminosa presencia me conceda (formule su deseo) y te
lo agradeceré por siempre.
Deje que la vela se consuma. Luego junte los restos, barra
la arena y retire el caracol. Tanto la arena como lo que quedo de las velas
puede ser arrojado a la basura. Conserve el caracol (colóquelo sobre una mesita
en la habitación donde realizo el ritual).
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