Tú, Señor, eres mi escudo protector
3:1 Salmo de David. Cuando huía
de su hijo Absalón. 2 Samuel 15, 13--17, 22
3:2 Señor, ¡qué numerosos son mis
adversarios, cuántos los que se levantan
contra mí!
3:3 ¡Cuántos son los que dicen de
mí: "Dios ya no quiere
salvarlo"! Pausa
3:4 Pero tú eres mi escudo
protector y mi gloria, tú mantienes
erguida mi cabeza.
3:5 Invoco al Señor en alta voz y
él me responde desde su santa Montaña.
3:6 Yo me acuesto y me duermo, y
me despierto tranquilo porque el Señor me sostiene.
3:7 No temo a la multitud
innumerable, apostada contra mí por todas partes.
3:8 ¡Levántate, Señor! ¡Sálvame,
Dios mío! Tú golpeas en la mejilla a mis enemigos y rompes los dientes de los
malvados.
3:9 ¡En ti, Señor, está la
salvación, y tu bendición sobre tu pueblo! Pausa
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